sábado, 8 de mayo de 2010

EL ENSAYO FILOSÓFICO




COMO HACER UN ENSAYO
Las siguientes sugerencias y/o actividades buscan ser elementos de guía para el docente y el alumno. En ningún caso son las únicas. Las dividimos en tres partes, por entender que es posible distinguir tres momentos importantes en el proceso de elaboración del ensayo.

1. SELECCIÓN DEL TEMA
a) Interés: partir del interés de los alumnos asegura que para ellos sea un trabajo placentero y beneficioso. Para esto se puede leer los resúmenes de cada unidad y subunidad, los que nos brindan una panorámica general de las posibles temáticas.
b) Problemas: las problemáticas serían aquellas situaciones que despiertan una actitud de inquietud y conflicto en el adolescente, la que a su vez, suscita el planteo de preguntas que funcionan como orientadoras para el ensayo. Es importante que la problemática elegida sea lo más acotada posible, ya que ello dará lugar a la temática.
c) Planteo de preguntas: las mismas surgen de la problemática. No siempre tienen que ser resueltas en el ensayo, sino que pueden quedar abiertas a una reflexión posterior.
d) Conceptos opuestos: la problemática puede dar lugar a conceptos o visiones opuestas; es importante explicitar tales conflictos, sin temerles, ya que son partes del problema.
e) Problemáticas de la realidad: para que el alumno encuentre sentido a lo que está por investigar, el tutor debe guiarlo para que encuentre relaciones entre su temática y la realidad.
f) Lectura de fragmentos: los mismos deben servir como disparadores del abordaje. Cabe aclarar que no es necesario trabajar con una unidad completa, sino que puede trabajarse desde una subunidad, inclusive con textos que no figuren en el manual. Esto último queda a criterio del docente y su alumno.

La elección del tema debe ser limitado, puesto que ello hace de un ensayo más interesante y profundo en su planteo. Si bien el ensayo quiere ser la forma de que nuestros alumnos muestren su creatividad y reflexión personal, no se debe perder de vista la apoyatura bibliográfica.

2. INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA I
La tarea de lectura de los textos supone manejar diversas estrategias de apropiación que faciliten al alumno el ingreso a los mismos. Algunas sugerencias:

1.Selección de citas significativas y palabras claves.
2.Explicación de esas citas o conceptos con otras palabras.
3.Explicar “por qué se elige una cita”, “por qué le parece vigente” ( si se eligió de un autor clásico); “Con qué hechos actuales conecta las ideas de ese autor”.
4.Construcción de metáforas o imágenes que ilustren las ideas de los textos.
5.Construcción de esquemas con palabras claves.
6.Construcción de cuadro de semejanzas y diferencias ( para contrastar autores)
7.Ofrecer palabras claves y que los alumnos busquen frases sobre ellas en los textos sugeridos.
8.Ofrecer una pregunta, pedir que encuentren respuestas opuestas en textos sugeridos y que expliquen en qué consiste la oposición.
9.Búsqueda de conexiones o relaciones entre las palabras claves y/o citas. Esto puede darse dentro de un mismo texto o comparando diversos textos, donde pueden surgir relaciones de oposición o complementación.

INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA II
Para comprender el valor del contacto con las fuentes bibliográficas en búsqueda de fundamentos teóricos para la construcción del ensayo nos puede ser muy útil trabajar las siguientes metáforas:

I- “Imaginemos un niño que entra a su habitación y encuentra como regalo del día del niño distintas fortalezas armadas con bloques de juguetes, todas con formas y tamaños diferentes. En un primer momento le fascina ver todas esas construcciones, pero luego comienza a desarmarlas, su habitación queda llena de bloques sueltos. Cuando la destrucción termina, la nueva empresa comienza, el niño quiere crear sus propias obras, experimentar y probar formas hasta construir su nueva obra.”

II- “Imaginas a un niño de diez meses aprendiendo a caminar, a sus padres acompañándolo de la mano, sus hermanos motivándolo, muchos lugares de su casa convirtiéndose en sostén para los difíciles primeros pasos, caídas y riesgos permanentes, y en el momento menos esperado y casi sin darte cuenta ese niño aparece caminando”

Si tomamos la tarea de investigación como un juego de destrucción y construcción de perspectivas podremos comprender como imaginamos el contacto de nuestros alumnos con las fuentes:

I- Si tomamos los textos como fortalezas a desarmar, derribar las fortalezas tendrá el sentido de llegar a los bloques, a las ideas o argumentos que las sostienen y les dan forma. Pero la tarea no es solamente destruir sino construir nuestras propias fortalezas, valernos de ideas, afirmaciones, argumentos para construir nuestros propios textos. Lograr nuevos entramados lógicos, nuevos textos que den cuentan de todo lo que descubrimos en nuestra tarea de desarmar y armar.

II- Si imaginamos el proceso de aprender a escribir como el de aprender a caminar estamos viendo a nuestros alumnos, tal vez primero escribiendo prendidos de los fragmentos de sus fuentes, articulando citas y buscando coherencia textual, armando y desarmando ideas en el ruedo del debate, buscando palabras para desglosar afirmaciones que quieren explicar, y en pequeños intersticios de sus textos aparecen caminando por sí mismos la aventura del pensar.
Pensar la enseñanza desde esta perspectiva supone comprender el encuentro de nuestros alumnos con los textos como la búsqueda del establecimiento de una red viva de intercambio, creación y transformación de significados. Los procesos de lectura como procesos de búsqueda pero también de creación y transformación de significados. Lo que importa es que el estudiante active sus esquemas de pensamiento, que utilice sus códigos de interpretación del mundo y de comunicación con los demás, por incorrectos e insuficientes que sean. Solo cuando el alumno moviliza sus propios instrumentos de intercambio puede descubrir sus insuficiencias, contrastarlos con elaboraciones ajenas y preparar el camino de su transformación.
La tarea educativa supone un “alguien” que se pregunta si las elaboraciones ajenas con las que se encuentran sus alumnos generan algún tipo de huella y no tan solo reproducción.
La tarea de destruir los textos supone manejar diversas estrategias de apropiación que faciliten al alumno el ingreso a los textos. Algunas sugerencias:

- Selección de citas significativas y palabras claves.
- Explicación de esas citas o conceptos con otras palabras.
- Explicar “por qué se elige una cita”, “por qué le parece vigente” (si se eligió de un autor clásico); “Con qué hechos actuales conecta las ideas de ese autor”.
- Construcción de metáforas o imágenes que ilustren las ideas de los textos.
- Construcción de esquemas con palabras claves.
- Construcción de cuadro de semejanzas y diferencias ( para contrastar autores)
- Ofrecer palabras claves y que los alumnos busquen frases sobre ellas en los textos sugeridos.
- Ofrecer una pregunta, pedir que encuentren respuestas opuestas en textos sugeridos y que expliquen en qué consiste la oposición.
- Búsqueda de conexiones o relaciones entre las palabras claves y/o citas. Esto puede darse dentro de un mismo texto o comparando diversos textos, donde pueden surgir relaciones de oposición o complementación.

3. ESCRITURA DEL ENSAYO.
¿Qué es un Ensayo filosófico?:
La defensa de una tesis a partir de argumentos. No se trata del mero informe de opiniones sin fundamentación, se requiere de un proceso argumentativo, tenemos que dar razones de nuestras afirmaciones. Un ensayo no puede ser tampoco una recopilación de las ideas de otros pensadores, debe haber una mirada crítica, alguna posición personal. Esto no quiere decir de ningún modo que tengamos que elaborar una idea brillante o sumamente original pero sí tratar de tener alguna perspectiva sobre lo que estamos planteando.

Esquema:
Antes de escribir el ensayo es conveniente clarificar lo que vamos a decir, organizar nuestras ideas. Estamos hablando de una estructura, de un esquema previo a toda escritura. Este esquema consta básicamente de tres momentos:
Introducción: donde se expone el problema a trabajar y la hipótesis sobre el mismo. Es la presentación de la tesis y del problema.
Desarrollo: es el cuerpo argumentativo, la parte central del ensayo, donde se puede recurrir a diversos caminos (técnicas argumentativas) que sirvan para sostener la tesis.
Conclusión: se reafirma la hipótesis inicial, se hace un repaso del recorrido realizado.

Redacción del ensayo
1- Extensión máxima: 1600 palabras (aproximadamente entre 2 y 4 pag, incluída la bibliografía al final)

2- Lenguaje claro y preciso: es decir una prosa directa, sencilla, con oraciones y párrafos cortos, en el que el uso de los conceptos filosóficos sea el adecuado. (Es importante recordar a los alumnos que deben respetar el uso técnico que los filósofos dan a muchas palabras que parecen comunes)

3-Coherencia textual: la cual se logra a través de una argumentación concisa y profunda, dado que:
“No se trata de divagar sobre todo lo que sabes sobre un tema dado, intentando demostrar cuánto sabes y lo listo que eres. Los problemas y las preguntas son específicas, y deberías asegurarte de que tratas ese problema particular. Formula el problema o la cuestión principal a la que deseas enfrentarte al comienzo de tu trabajo, y manténla en mente todo el tiempo. No debe haber nada en tu ensayo que no trate directamente ese problema. Desecha todo lo demás. Siempre es mejor concentrarse en uno o dos puntos y desarrollarlos en profundidad que intentar engullir demasiado. Uno o dos senderos bien dibujados son mejores que una jungla impenetrable
Pero “explícate en profundidad” también significa que seas tan claro y explícito como sea posible cuando escribes. Haz como si tu lector no hubiese leído el material que estás discutiendo, y no ha dedicado mucho tiempo al problema de antemano. No dejes ninguna afirmación sin fundamentar detenidamente”

4- Cohesión textual: esta se refiere a la relación entre los elementos textuales y se logra gracias a conectores, los cuales se usan en función del tipo de vinculación que se quiere lograr entre los diferentes argumentos del texto. Pueden ser:

Aditivos: establecen una relación de coordinación, se usan para acumular ideas. (Además, continuación, en otro orden de cosas, al mismo tiempo, de la misma manera.)
Disyuntivos: plantean una opción entre dos o más ideas. (O, u)
Adversativos: expresan oposición o contraste. (Pero, no obstante, sin embargo, pese a lo expuesto, en cambio.)
Causales: Indican relación de causalidad. (Por esta causa, porque, pues, por lo q antecede, debido a)

Otros: Consecutivos -Condicionales- Temporales.

5- Técnicas argumentativas: puede apelarse a estas para lograr una argumentación más efectiva. Entre las más relevantes encontramos:

Hacer concesiones A veces, más efectivo que rechazar de plano un argumento contrario, es reconocer en él algún razón y luego rechazarlo. “Si bien no la falta razón a...., sin embargo....” “Aun admitiendo que...no es menos cierto que...” (técnica usada por Mill)
Desmentir o refutar Se comienza refutando la validez de los argumentos contrarios: “Contrario a lo que sostiene....” “No puede darse crédito a...”
Dar Ejemplos Se emplean para ilustrar lo que se pretende demostrar y defender; sirven, por tanto, como factor indispensable para lograr la persuasión.
Realizar Citas La argumentación se apoya normalmente en testimonios fidedignos y citas que manifiestan la opinión sobre el tema de personas famosas, de expertos conocidos. Su objetivo es reforzar la idea sostenida, o bien adelantarse a posibles argumentos contrarios.

Otras: realizar paráfrasis, reformulaciones, metáforas argumentativas.


GUÍA PARA LA ESCRITURA DEL ENSAYO
Yolanda Gamboa
Assistant Profesor of Spanish
Florida Atlantic University

Sinopsis del artículo
1. Qué es un ensayo
2. Antes de empezar a escribir
3. La organización del ensayo
4. Después de escribir
5. Mantenga y mejore sus
ensayos
6. La lógica
7. Las transiciones
8. El ensayo de investigación
9. Cómo investigar
10. El formato MLA


¿COMO SE HACE UN ENSAYO?
Claudia Liliana Agudelo Montoya*
* Licenciada en Filosofía y Letras, Magíster en Lingüística Española, Especialista en Literatura Hispanoamericana, Espe-cialista en Semiótica y Hermenéutica del Arte. Profesora Auxiliar, Departamento de Lenguas y Literatura, Universidad de Caldas.

Resumen
El artículo presenta las funciones y categorías que distinguen el ensayo como modo discursivo; incluye la explicación de cada una de sus partes, indica algunas advertencias sobre el manejo de la cohesión gra-matical y de la coherencia temática, y culmina con una serie de opcio-nes sobre los elementos que podrían servir de pretexto para su cons-trucción.


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