viernes, 7 de mayo de 2010

Eje 3: ¿Con-vivir en el conflicto? SARTRE Y DR. HOUSE ("EL INFIERNO SON LOS OTROS")







































Jean-Paul Charles Aymard Sartre (París, 21 de junio de 1905 – ídem, 15 de abril de 1980), conocido comúnmente como Jean-Paul Sartre, fue un filósofo, escritor y dramaturgo francés, exponente del existencialismo y del marxismo humanista.

BIOGRAFÍA
1.
Jean Paul Sartre nació en París, el 21 de junio de 1905, hijo de Jean Baptiste Sartre y Anne Maire Schweitzer. El 17 de septiembre de 1906 muere su padre, Jean-Baptiste Sartre, que era oficial de marina, a causa de una fiebres contraídas en uno de sus viajes por el sureste asiático. Durante su infancia y los primeros años de su juventud Sartre será educado en un medio burgués e intelectual, que marcará buena parte de su formación intelectual, pero que irá evolucionando hasta terminar por ser considerado un símbolo del pensador comprometido con los problemas de su tiempo.
2.
En 1915 Jean-Paul inicia sus estudios en el Liceo Henri-IV, de París, donde conocerá a Paul Nizan, nacido el mismo año que él. Dos años después, en 1917, su madre, que se había vuelto a casar con Joseph Mancy, director de las fábricas Delaunay-Belleville, se traslada a la Rochelle, con el abuelo de Sartre. Jean-Paul continuará sus estudios en el Liceo de la Rochelle, hasta 1920, en que volverá al Liceo Henri-IV, de París. En 1924 Ingresa en la École Normale Supérieure, donde coincidirá con Raymond Aron, Paul Nizan, Simone de Beauvoir y Maurice Merleau-Ponty. ("La École Normale significó para mí, desde el primer día, el comienzo de la independencia"). Tras finalizar sus estudios, en 1929 consigue el primer puesto de su promoción en la "agrégation" de filosofía (concurso para el desempeño de un puesto de profesor en los Liceos, equivalentes de nuestros Institutos de Bachillerato). Simone de Beauvoir, segunda de la misma promoción, se convierte en su compañera.
3.
En 1931 toma posesión de su plaza como profesor de filosofía en el Liceo del Havre, puesto que ocupará posteriormente de 1936 à 1939, tras un periodo dedicado a su profundización en los estudios de filosofía. En el verano del 31, poco después de la proclamación de la República, realiza un viaje a España con Simone de Beauvoir. Dos años después, en 1933, residirá en Alemania, donde permanecerá un año como becario en el Instituto francés de Berlín, completando así sus conocimientos de la fenomenología de Husserl, al tiempo que asiste a la expansión del nazismo. De nuevo en Francia, regresa a su puesto de profesor de filosofía. Durante el mes de febrero de 1935, y con el fin de investigar la percepción, Sartre consumirá mescalina, lo que le conducirá a una depresión, acompañada de alucinaciones, que le durará seis meses.
4.
En 1936 el "Frente popular" consigue imponerse en las urnas, en Francia, en una época en la que el avance del nazismo y del fascismo en Europa parece ya imparable, como se verá pronto con el golpe franquista contra la República española. Sartre es destinado al Liceo de Laon. ("En Laon tuve como alumnos a los hijos de los dueños de las grandes explotaciones agrícolas, para quienes el dinero era dinero, una mesa era una mesa, un toro era un toro..."). Al año siguiente será destinado al Liceo Pasteur, en Neuilly, al lado de París, donde comenzará su proyección como literato y filósofo en 1938, con la primera edición de "La náusea", obra con la que alcanzará un gran éxito. Al año siguiente, en 1939, publicará "El muro". En ese mismo año empieza a escribir "La edad de la razón" y "El ser y la nada". En el mes de mayo asiste a la "Conferencia antifascista internacional".
5.
Sartre será movilizado en septiembre de 1940, ante la inminente guerra con Alemania, siendo destinado a la 70ª división, en Essey-lès-Nancy, y luego trasladado a Brumath y Morsbroon. La ofensiva alemana se inicia el día 1 de mayo. El 23, Paul Nizan muere en el frente. El 21 de junio Sartre es hecho prisionero en Padoux, sin haber llegado a pegar un sólo tiro, y llevado al campo de Trèves. Se fuga del campo de Trèves en marzo de 1941, haciéndose pasar por un civil. En abril retomará su puesto en el Liceo Pasteur de París. Una vez consumada la ocupación de París por las tropas nazis, tras el derrumbe inesperado del ejército francés, la actividad cultural se ve limitada y censurada, pese a lo cual publicará en 1943 la primera edición de "Las moscas", que será representada en París, en plena ocupación, y de "El ser y la nada". Simone de Beauvoir publica, ese mismo año, "La invitada". Sartre se adhiere al "Comité nacional de escritores" y colabora con los periódicos clandestinos "Combat" y "Lettres françaises". Conoce a Albert Camus. Sartre vive estos años un periodo de intensa creatividad, combinada con la actividad política, que continuará con éxito en los años siguientes.
6.
En 1945 participa, junto con Simone de Beauvoir, entre otros, en la creación de la revista "Les Temps Modernes". También de ese año es la edición de los dos primeros volúmenos de "Los caminos de la libertad", a la que seguirán, en los años siguientes, en 1946, la primera edición de: "Muertos sin sepultar", "Reflexiones sobre la cuestión judía", "La puta respetuosa", "El existencialismo es un humanismo". En 1947, la primera edición de "Baudelaire" y del primer volumen de la serie "Situaciones".
7.
También en 1947 defiende a Nizan, difamado por los comunistas. Rompe definitivamente con R. Aron. El existencialismo se encuentra en pleno auge, así como la fama de Sartre. En 1948 se publica la primera edición de "Las manos sucias". Su obra es puesta en el Índice por el Vaticano. Colabora con el periódico "La Gauche". Creación del R.D.R. (Rassemblement Démocratique Révolutionaire), que abandonará al año siguiente, en octubre. En 1949 publicará la primera edición de "La muerte en el alma".
8.
Albert Camus publica, en 1951, "El hombre rebelde", duramente criticado por los existencialistas y la revista "Les temps Modernes", dirigida por Sartre, crítica considerada como el preludio de la ruptura entre Camus y Sartre que se consumará al año siguiente. Por su parte, Sartre publicará la primera edición de : "Le diable et le Bon Dieu" y, en 1952, la primera edición de "Saint-Genet, comediante y mártir". Tras anteriores disputas, malentendidos o confrontaciones entre ambos, se producirá un acercamiento entre Sartre y los comunistas. Dos años después, en 1954, se producirá la ruptura con Merleau-Ponty, a quien había conocido en su época de estudios en la Ecole Normale Supérieure. De ese mismo año es su primer viaje a la URSS. Es nombrado vicepresidente de la asociación Francia-URRS.
9.
En 1956 participa en los actos que tienen lugar contra la guerra de Argelia, año en que publica también la primera edición de Nekrassov. En 1957 se produce la ruptura con el partido comunista francés (a consecuencia de la intervención soviética en Hungría, en 956). Ese mismo año publica la primera edición de "Cuestión de método", y trabaja en la "Crítica de la razón dialéctica". En 1960 publica la "Crítica de la razón dialéctica" y "Los secuestrados de Altona". También firma el manifiesto de los 121 sobre el derecho a la insumisión.
10.
En 1963 tiene lugar la primera edición de "Las palabras". Continuando con su interés por el comunismo realizará una nueva estancia en Moscú, en vistas a constituir una "Comunidad internacional de escritores".En 1964 rechaza el premio Nobel de literatura. Ese mismo año participará en la edición del primer número de la revista "Nouvel Observateur", apadrinada conjuntamente por Pierre Mendès France y Sartre, y que jugará un papel de primer orden en la vida política francesa en los años siguientes. En 1968 Sartre apoya las reivindicaciones de los estudiantes, en las revueltas de mayo, y participa en las asambleas de la Sorbonne. Posteriormente acusará al partido comunista de haber traicionado la revolución de mayo.
11.
En 1971 publicará los dos primeros volúmenes de "El idiota de la familia" (ensayo sobre Flaubert). Crea, con Maurice Clavel, la agencia de prensa "Libération", que se constituirá en un medio de expresión alternativo, frente al monopolio de los pesos pesados de la prensa francesa, y que, pocos años después, dará paso a periódico diario, que se sigue manteniendo activo en la actualidad. En 1972 publicará el tercer tomo de "El idiota de la familia" (ensayo sobre Flaubert). Un año después, editará "Teatro de las situaciones". También en 1973 se produce la publicación del primer número del diario Libération, el 22 de mayo, del que será director durante un breve período, al verse obligado a abandonar la dirección por razones de salud.
12.
Muere el 15 de abril de 1980 en el hospital Broussais. Es enterrado el 20 de abril, rodeado de una inmensa multitud. Varias decenas de miles de personas le acompañan hasta el cementerio de Montparnasse.

Obras
Novelas y relatos
La náusea (La nausée, 1938)
El muro (Le mur, 1939)
El muro (Le mur)
La cámara (La chambre)
Eróstrato (Érostrate)
Intimidad (Intimité)
La infancia de un jefe (L'enfance d'un chef)
Los caminos de la libertad (Les chemins de la liberté, 1945–1949):
I:
La edad de la razón (L'âge de raison, 1945)
II:
El aplazamiento (Le sursis)
III:
La muerte en el alma (La mort dans l'âme, 1949)
La suerte está echada (Les jeux sont faits) (1947)


Obras teatrales

Barioná, el hijo del trueno (Bariona, ou le fils du tonnerre , 1940)
Las moscas (Les mouches, 1943)
A puerta cerrada (Huis clos, 1944)
Muertos sin sepultura (Morts sans sépulture, 1946)
La puta respetuosa (La putain respectueuse, 1946)
Las manos sucias (Les mains sales, 1948)
El diablo y Dios (Le diable et le bon Dieu, 1951)
Kean (1954)
Nekrasov (1955)
Los secuestrados de Altona (Le Sequestres d'Altona, 1959)
Les Troyennes (1965)


Ensayos
Situaciones (Situations, 1947–1976):
Situaciones I: El hombre y las cosas (1947)
Situaciones II: ¿Qué es la literatura? (Qu'est-ce que la littérature?, 1948)
Situaciones III: La República del silencio: estudios políticos y literarios (1949)
Situaciones IV: Literatura y arte (1964)
Situaciones V: Colonialismo y neocolonialismo (Colonialisme et néo-colonialisme, 1964)
Situaciones VI: Problemas del marxismo 1 (Problèmes du marxisme I, 1964)
Situaciones VII: Problemas del marxismo 2 (Problèmes du marxisme II, 1965)
Situaciones VIII: Alrededor del 68 (Autour de 68, 1972)
Situaciones IX: El escritor y su lenguaje y otros textos (1972)
Situaciones X: Autorretrato a los setenta años (1976)


Obras filosóficas

La imaginación (1936)
La transcendencia del ego (1936)
Bosquejo de una teoría de las emociones (1939)
Lo imaginario. Psicología fenomenológica de la imaginación (L'imaginaire. Psychologie phénoménologique de l'imagination, 1940)
El ser y la nada (L´être et le néant, 1943)
El existencialismo es un humanismo (1945 y 1949)
Crítica de la razón dialéctica (Critique de la raison dialectique, 1960)
La Soledad

Crítica literaria
Baudelaire (1947)
San Genet: comediante y mártir (Saint Genet comédien et martyr, un estudio sobre Jean Genet) (1952)
El idiota de la familia (L'idiot de la famille, un estudio sobre Flaubert) (1972)

Otras obras

Reflexiones sobre la cuestión judía (1946)
El engranaje (L'Engrenage, 1948)
Las palabras (Les mots, 1964, autobiografía de su infancia)

Publicaciones póstumas
Cuadernos por una moral (Cahiers pour une morale, 1983)
Carnets de la drôle de guerre (1983)
Verdad y existencia (Vérité et existence, 1989), Paidós I.C.E. / U.A.B., Barcelona, 1996. Trad. de Alicia Puleo. Revisión de la traducción, notas y títulos en los márgenes de Celia Amorós.


A PUERTA CERRADA
(Haciendo click sobre el título de esta entrada podrás acceder al texto de la obra. Editorial Losada. Traducción de Aurora Bernárdez)

A puerta cerrada es una obra de teatro existencialista creada por el filósofo Jean-Paul Sartre en 1944, originalmente publicada en francés bajo el título Huis Clos, que significa "A Puerta Cerrada". Huis Clos fue puesta en escena por primera vez en el Vieux-Colombier en Mayo de 1944, justo antes de la liberación de París durante la Segunda Guerra Mundial.
La obra sólo presenta cuatro personajes (uno de los cuales, el Mayordomo, aparece por muy poco tiempo) y un sólo escenario. "A puerta cerrada" es la fuente de la, quizás, más famosa frase de Sartre, "El infierno son los demás" (en francés, "L'enfer, c'est les autres"). Ha sido adaptada al cine en muchas ocasiones, notablemente en 1954 por Jacqueline Audry.

ARGUMENTO
La obra se inicia con el Mayordomo conduciendo a un hombre llamado Garcín hacia un cuarto, que la audiencia pronto identifica como el infierno (el infierno puede ser un hotel gigantesco, debido a los "cuartos y pasillos" mencionados en la obra). El cuarto no tiene espejos ni ventanas y sólo cuenta con una puerta, tres sillones, una estatua de bronce y un abrecartas. Eventualmente, una mujer, Inés, entra a la habitación de Garcín, y posteriormente otra, Estelle. Después de que ambas ingresen, el Mayordomo sale y la puerta es cerrada con llave. Todos esperan ser torturados, pero no aparece torturador alguno. En lugar de ello, ellos descubren que están ahí para torturarse entre ellos, lo cual parecen estar logrando. Al principio, los tres observan eventos que les conciernen, sucediendo en Tierra, pero eventualmente (conforme su conexión con Tierra se desvanece y los vivos prosiguen) son abandonados con sus propios pensamientos y la compañía de los otros dos. Al final de la obra, Garcín exige salir; tras decirlo, la puerta se abre, pero ninguno decide salir, ya que se dan cuenta de que no pueden vivir los unos sin los otros.


DR. HOUSE: UN DÍA, UNA HABITACIÓN

"Un día, una habitación" (en inglés: "One Day, One Room") es el duodécimo episodio de la tercera temporada de la serie norteamericana House. Fue emitido el 30 de enero de 2007 en EE.UU.

Este episodio de House es, hasta la fecha, el más visto de la temporada en Estados Unidos con una audiencia de más de 17 millones de hogares. Ha sido dirigido por Juan José Campanella, realizador argentino y director de películas como Luna de Avellaneda, Mismo amor la misma lluvia, El hijo de la novia (nominada al Oscar) y El secreto de sus ojos (Ganadora al Oscar por Mejor Película extranjera).
Por otro lado, esta entrega recibe la visita de un paciente muy especial: Geoffrey Lewis, padre de la también actriz Juliette Lewis. El actor –que en la serie interpreta a un hombre sin hogar con cáncer terminal– cuenta con una dilatada carrera cinematográfica. Entre sus trabajos cabe destacar títulos como Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997), Maverick (1994), Vuelve Colmillo Blanco (1994), El hombre sin rostro (1993) y El cortador de césped (1992), entre otras muchas. Curiosidades:Emitido el 30 de enero del 2007 alcanzó los 27 millones de espectadores en EEUU y superó por primera vez a CSI y a Anatomía de Grey.

Música en este capítulo: Eddie Harris - "Listen Here" Damien Rice - "Grey Room"

FICHA TÉCNICA
Un día, una habitación
Temporada: 3, Capítulo: 12 - One day, one room
House debe enfrentarse al caso de una joven víctima de una violación que insiste en confiar en él.

Reparto y Equipo

Dirección: Juan J. Campanella.

Guionistas:
David Shore.
Interpretes Principales:
Hugh Laurie (Dr. Gregory House), Robert Sean Leonard (Dr. James Wilson), Omar Epps (Dr. Eric Foreman), Lisa Edelstein (Dr. Lisa Cuddy), Jesse Spencer (Dr. Robert Chase), Jennifer Morrison (Dr. Allison Cameron), David Morse (Michael Tritter).
Otros Artistas: Sean Christopher Davis (Padre), Todd Sandler (Paciente), Roger Ainslie (Paciente), George Williams (Doctor), Michelle Gardner (Dr. Stone), Randy Evans (Paciente),
Bobbin Bergstrom (Enfermera), Kristen Glass (Mujer), Geoffrey Lewis (Anciano), Katheryn Winnick (Eve), Drew Matthews (Niña).

ARGUMENTO
Mientras House se ve forzado a trabajar a tiempo completo en el hospital pasando consulta a pacientes, debe enfrentarse al caso de una joven víctima de una violación que insiste en confiar en él. Sólo está dispuesta a que House lleve su caso. En un principio, él se negará a tratarla, pero después se verá envuelto y muy implicado en el caso de la joven. Por otro lado, Cameron se encarga de un paciente con cáncer terminal que intenta aprovechar el estado de ánimo de la doctora.
House vuelve al hospital tras pasar una noche en el calabozo y Cuddy le ordena dedicarse dos días a pasar consulta. En la sala de espera, de repente un hombre se pone de pie y empieza a correr gritando como un loco agarrándose un oído. House se reúne con su equipo para hacer el diagnóstico. Con los síntomas que tienen en la mano, cada uno da su opinión. A House le valen todas las ideas y les dice que empiecen con las pruebas necesarias. Él sabe que lo único que tiene el paciente es una cucaracha en la oreja que ha empezado a morderle, pero si aparenta que tiene un gran caso entre manos, Cuddy no le hará volver a las consultas obligatorias.
Cameron está pasando consulta y atiende a un hombre con aspecto de mendigo que tiene una masa cancerosa en los pulmones. El hombre le pide pasar la noche en el hospital porque fuera hace mucho frío. Cuddy se entera del caso y de paso averigua que House está tratando de hinchar un caso muy simple para no pasar consulta. La directora lo busca y le ordena dedicarse a su deber, en caso contrario volverá a la cárcel.
House vuelve a sus consultas y en la sala de espera ofrece 50 dólares a los que decidan irse a su casa sin que los atienda. Algunos pacientes aceptan el trato. Cuddy no sabe que hacer con él y decide ofrecerle un juego: le dará 10 dólares por cada paciente que atienda sin tocarlo; si lo toca, los 10 dólares los tendrá que pagar House. Varios pacientes llegan a su consulta temerosos de haber contraído una enfermedad venérea. Los dos primeros dan negativo, pero la tercera, una chica que se llama Eve, tiene una enfermedad de transmisión sexual. Cuando House se lo confirma, ella empieza a llorar. House le dice que con un tratamiento se curará y cuando le acerca las pastillas, ella le da un manotazo y le grita que no la toque. House va al despacho de Cuddy para pedirle otro médico para esa paciente. Él no se considera la persona apropiada para hacerse cargo de una mujer a la que han violado.
Cuddy comunica a Eve que le van a asignar otro médico, pero ella dice que quiere que la trate House. Él se niega porque no hay nada que tratar, está perfectamente sana. Eve sólo quiere hablar con él. Al final, la derivan a otra doctora que trata de comunicarse con ella sin ningún éxito. Durante un descuido de la doctora, Eve coge un bote de pastillas y se las toma todas. Después, la tienen que atender inconsciente.
House visita a Eve y hablan de su época de estudiantes. House no sabe por qué ella sólo confía en él. Eve le pregunta si le ha pasado algo terrible en su vida porque parece atormentado con algo. House pide consejo a todos los miembros de su equipo sobre la actitud que tomar con la chica. Cada uno da su opinión, que no comparten entre ellos. House vuelve a la cabecera de Eve y le cuenta una historia de abusos en su infancia. Le dice que su abuela, con la que pasaba temporadas mientras sus padres viajaban, le sometía a duros castigos como dormir solo en el jardín o bañarse en agua con hielos, pero que nunca se atrevió a decírselo a sus padres. Eve le pregunta si eso es verdad y él le responde que es la verdad de alguien.
Cuddy busca a House y le dice que hay algo nuevo en el caso de Eve: está embarazada. Él va a ver a la joven para comunicarle la noticia y le dice que puede abortar, pero ella está en contra porque considera el aborto un asesinato. House la invita a salir a dar un paseo fuera del hospital. Los dos se sientan en un banco del parque y continúan con su conversación filosófica. Eve argumenta que el destino del hombre es la eternidad; House cree que nuestro tiempo en la Tierra es lo único que tenemos. Ella se resiste a pensar que la vida no signifique nada más. House le pregunta por qué sólo confía en él y ella le explica que hay algo que le hace pensar que también ha sufrido. House reconoce que la historia que le contó es verdad, pero que quien abusó de él fue su padre. Entonces ella se abre y le cuenta cómo fue su violación.
En el hospital, House comunica a Cuddy que Eve ha decidido finalizar su embarazo y que se va a casa.

Irwin, W; Jacoby H. La Filosofía de House. Editorial Selector (2009). 248 páginas.

Capítulo 2: HOUSE Y SARTRE:"EL INFIERNO SON LOS OTROS"
JenniferL. McMahon

La teoría de Sartre sobre los otros: la historia de un caso
Doctor House tiene un importante predecesor en cuanto a su interés por la negatividad de las relaciones sociales. El filósofo existencialista Jean-Paul Sartre (1905-1980) es bien conocido por el cinismo con que da cuenta de las relaciones interpersonales, expresado tanto en su filosofía como en su obra literaria. Célebre por sus análisis de la naturaleza opresiva de "la mirada" y por la declaración "El infierno son los otros", Sartre subraya la ansiedad que nos provoca la relación con los demás y la manera en que ésta puede coartar la autonomía del individuo. Si bien considera las relaciones sociales como enormes fuentes de conflicto y preocupación, Sartre destaca igualmente el hecho de que resultan esenciales para nuestro ser. Su teoría acerca de los otros está contenida en su más importante obra filosófica, El ser y la nada, así como en su pieza teatral A puerta cerrada. El concepto que este filósofo tiene de las relaciones sociales contrasta con el de su contemporáneo y colega, el existencialista Martin Heidegger (1889-1976). Mientras que ambos consideran a los seres humanos entes fundamentalmente sociales, Heidegger hace énfasis en el sentido de unión que la gente experimenta entre sí. En cambio, Sartre destaca cómo los otros con frecuencia nos irritan y estorban, y afirma que las relaciones existentes entre los individuos son relaciones esencialmente "conflictivas". Sartre atribuye la ambivalencia que experimentamos hacia los otros a tres causas principales.
El primer motivo por el que los demás despiertan en nosotros sentimientos negativos radica en el hecho de que representan obstáculos potenciales para nuestra libertad. Según Sartre, sin la intromisión de los otros, el individuo está naturalmente inmerso en la existencia, en particular en la tarea de obtener aquellos objetos del entorno que desea y necesita. Más que pensar en su experiencia, está embebido en ella, por lo que actúa sin reflexionar. La aparición del otro, como explica el filósofo, saca al individuo de este estado original en el que está absorto. Y la aparición del otro no sólo resulta sorpresiva, sino también amenazante. Y los otros resultan una amenaza porque en la vida los individuos deben de procurarse los recursos pertinentes para su sobrevivencia. Y debido a que no existe una cantidad infinita de los recursos por los cuales luchamos para sobrevivir y satisfacernos, los otros nos resultan en esencia competencia, son competidores más que colaboradores nuestros. Más aún, si bien los objetos pueden significar una resistencia al individuo que desea poseerlos, no suelen poner trabas a su autonomía; en cambio, otras personas sí la obstaculizan con frecuencia. A diferencia de las cosas inertes, las personas pueden presentarse de manera retadora ante el individuo, al impedirle la obtención de los recursos, interrumpir su actividad o de manera más evidente, al agredirlo en su persona.
La amenaza que los otros significan para el individuo se hace patente en la serie Doctor House en una variedad de formas. El propio House hace prácticamente todo lo que puede para contrariar a sus pacientes y colegas, cosa por demás notoria en la relación que mantiene con los jóvenes doctores a su cargo. Aunque trabaja en un hospital universitario y se le ha encomendado la tarea de supervisar a tres prometedores especialistas, House lo es todo menos una presencia edificante en las vidas de los doctores Cameron, Chase y Foreman, así como del grupo de aspirantes que luchan en la cuarta temporada por reemplazar al equipo original. En lugar de apoyarlos, se burla de ellos, los reprende y a propósito los confunde. Su etapa de formación bajo la tutela de este célebre internista se convierte en un constante acoso psicológico, pues todo el tiempo busca sabotear su confianza y amor propio. Ahora, si bien la forma en que House trata a sus subordinados es reprobable, él mismo ejemplifica de forma más patente aún, la amenaza que los otros representan para el individuo. Es importante, para la comprensión de este personaje y esencial para poder sentir empatía hacia él, el hecho de que atribuyamos a su propio dolor su malignidad hacia los otros.
Otra de las razones por las que Sartre sostiene que los otros inspiran sentimientos negativos tiene que ver con la manera en que nos reducen a la condición de objetos. Si bien todo individuo es un compuesto de mente y cuerpo, Sartre cree que las personas se identifican más con su mente que con su cuerpo. El individuo tiende a considerarse más una persona pensante que un objeto, pero los otros hacen las veces de un penoso recordatorio: somos entidades físicas, cuerpos que poseen propiedades.
Gracias a sus miradas y sus observaciones verbales, la gente nos recuerda —con frecuencia de manera hiriente— que somos seres tangibles, por ejemplo cuando critican nuestro peso, cuando opinan sobre nuestra estatura o miran con desaprobación la forma en que estamos vestidos. (Dosificamos a la gente, en esencia, porque no tenemos —no podemos tener— la experiencia de sus mentes y sólo podemos percibirlos e interactuar con ellos, ante todo, como objetos.
Y el hecho de ser un objeto es inquietante porque, saberse una cosa concreta, limita claramente la libertad que se tiene de ser o de hacer cualquier cosa y es característico de la conciencia humana el resistirse a todo tipo de limitación impuesta desde fuera. De nuevo aquí, Doctor House ilustra la teoría de Sartre. Nuestra tendencia a considerar a los individuos como objetos es de lo más notoria en la manera en que House trata a los pacientes, en especial los pacientes de consulta externa. Puesto que no padecen las enfermedades enigmáticas que trata en su laboratorio, estos pacientes no tienen para él ningún atractivo. En consecuencia, los trata como gusanos.
La doctora Cuddy obliga a House a cumplir con un horario de consulta, pero él no disimula en lo más mínimo su desprecio por el hombre común y corriente, y aunque Cuddy conserva la esperanza de que "si House lidia con un número suficiente de personas, hallará algo de humanidad", los pacientes sólo son el medio por el cual House puede proseguir con su ocupación. Por su parte, los pacientes clínicos son meros obstáculos, con tal de allanarse el camino hacia el paraíso del laboratorio de diagnósticos, House mentirá, sedará e incluso dará de alta en forma prematura a estos pacientes ordinarios.
Por ejemplo, en "Un día, una habitación", llega incluso a ofrecer dinero a uno de ellos para que no siga su tratamiento y a otro le inyecta un medicamento que causa parálisis para poder cesar sus gritos. Cuando Cuddy le pregunta por qué le administró al último paciente un medicamento que sólo controlaba su comportamiento sin aliviar su dolor, House responde indiferente: "Alguien tenía que parar el escándalo".
Para House, el paciente era como la molesta alarma de automóvil que se debía silenciar.
La tercera razón por la que los otros infunden en nosotros sentimientos de antagonismo es que privan al individuo de su sentido de dominio y de primacía. Como todos sabemos, los otros no hacen necesariamente lo que deseamos, pues tienen sus propios planes ni comparten del todo nuestras creencias ni nuestro sentido de lo que es importante. De hecho, pueden ver el mundo de un modo radicalmente distinto al nuestro y por lo regular se resisten a nuestras tentativas de obtener algún beneficio de ellos, ¡y eso no nos gusta! Sartre se sirve de numerosas imágenes para ilustrar la influencia que la aparición de otra conciencia tiene en la psique del individuo. Valiéndose de una metáfora médica, afirma que la presencia de otros causa una "hemorragia" en el universo individual, una fisura que provoca que se "desintegre" el mundo que el individuo conoce". De modo similar, define al otro como el "desagüe" por el que desaparecen el sentido del mundo y el sentimiento de seguridad del individuo.
En la serie, los pacientes del laboratorio de diagnósticos desafían la pericia de sus médicos, al tiempo que el doctor Gregory House desafía la fe en la práctica de la medicina de pacientes y colegas. Rebelde tanto en la actitud como en sus procedimientos, House les crispa a todos los nervios. Todo el tiempo resiste porfiadamente a la autoridad de sus superiores y pone de cabeza las expectativas de sus subordinados. Con frecuencia infringe las reglas de la ética profesional y personal causando gran disgusto a sus compañeros. Tomemos, por ejemplo, su decisión de usar terapia de electroshock para borrar la memoria de un joven bombero propenso a los ataques cardiacos y que tenía su vida amenazada por la presencia de un amor no correspondido que catalizaba su riesgo de muerte ("Palabras y hechos"). Si bien el tratamiento detuvo los conatos de paro, el precio a pagar fue alto. House literalmente borró partes sustanciales de la vida e identidad de este hombre, porciones que tal vez, como después veremos, no necesitaban ser borradas...

Una habitación, un infierno
Sartre ilustra la naturaleza antagonista y esencial de los otros en su oscura comedia A puerta cerrada. El escenario y el mensaje de esta obra son sorprendentemente similares a los del episodio "Un día, una habitación". Ubicada en el infierno en vez de en un hospital, la obra de Sartre transmite tanto la dependencia de los individuos respecto de los demás como la intensa ansiedad y antagonismo que pueden inspirarse mutuamente. También retrata en términos divertidos las tendencias sadomasoquistas a las que, según Sartre, todos estamos sujetos. La obra comienza con la llegada de Garcin al infierno. Este personaje, que se ve en dicho lugar después de haber sido ejecutado por desertor, se sorprende al constatar que el infierno es una habitación con el aire viciado y pobremente decorada, y no un interminable abismo de tortura. Por supuesto, Garcin halla su tortura, aparece en la forma de dos mujeres, Inés y Estela. Lo sugestivo de la obra es el ingenioso retrato que Sartre hace de este triángulo, una relación tripartita en la que ninguno copula y todos sufren.
El cinismo de Sartre respecto de las relaciones es obvio en la obra y se vuelve aún más obvio con la elección del escenario: el infierno.
Aunque no se ajuste a una visión tradicional, el infierno de Sartre es tortuoso. Este averno, en el que se encuentran Garcin, Inés y Estela, es una habitación de la que no se puede escapar, en especial del otro. Tal como la obra deja ver con claridad, la existencia es un infierno y el hecho de que haya que compartirla con otros es lo que
la hace infernal.
Los pequeños detalles, como la ausencia de ventanas, la falta de sueño y la imposibilidad de pestañear, remarcan aún lo que las relaciones sociales tienen de negativo e ineludible. Los personajes de la obra de Sartre carecen, literalmente, del menor descanso respecto del otro, del consuelo de un asomo por la puerta, de la dicha solitaria del sueño e incluso del breve sosiego que hay cuando los "postigos" de los ojos están cerrados. No, los personajes de Sartre son seres "inseparables" que se sienten uno al otro, cada segundo, en "cada poro".
En lo referente a las relaciones interpersonales, el episodio "Un día, una habitación" contiene elementos análogos a los encontrados en A puerta cerrada. De hecho, puesto que Eve, la paciente principal, estudió filosofía y religión comparada, podemos preguntarnos si el texto de Sartre no sirvió de inspiración para algunos de los diálogos.
En este episodio Cuddy obliga de nuevo a House a dar consulta externa.
Tras ver a numerosos pacientes que sospechan tener alguna ETS (enfermedad de transmisión sexual) y confesar que está "harto de limpiar entrepiernas", House da inicio de mala gana a una serie de conversaciones con uno de esos pacientes: Eve, una joven egresada de la universidad que ha sido violada.
El primer paralelismo con A puerta cerrada es que, con una sola excepción, todas las interacciones entre Eve y House tienen lugar dentro de los confines de una sala de exploración, un lugar en que ninguno de ambos deseaba o había escogido estar. Igual que Garcin, Inés y Estela, también Eve y House se encuentran en una situación de sociabilidad de la que no pueden escapar. Como sucede con el trío de Sartre, Eve y House se desagradan mutuamente. Con su crueldad habitual, House ofrece poco consuelo a Eve. Sin ninguna enfermedad rara qué tratar y sólo un trauma para el que House dice no hay cura, Eve no tiene ningún interés para él. De hecho, en la medida en que la joven es un espejo del propio trauma de House, que él ha tratado de dejar atrás, Eve se convierte en una paciente de la que el protagonista quiere escapar, pero Eve no le ofrece tal posibilidad, en una reacción inesperada, en lugar de rehuirle, Eve le pide que sea su médico. Aquí, la decisión de Eve es análoga a la de los personajes de Sartre, decisión de permanecer en el infierno aun cuando se les había dado la oportunidad de dejarlo. Y aunque House dice que será "incapaz" de ayudarla, también decide quedarse.
Igual que en A puerta cerrada, este episodio muestra tanto la dependencia de la gente respecto de los demás como el deseo de evitarlos.
Por ejemplo, cuando Eve le pide a House en repetidas ocasiones que le cuente su propia experiencia, éste se muestra incómodo. Con tal de satisfacerla le miente, pero ella se da cuenta, cosa que lo contraría tanto que él la seda para frustrar su tentativa de hacerlo que se abra. Aquí, a diferencia de los personajes de Sartre, para quienes está negada la oportunidad de escapar de los demás por medio del sueño, House tiene toda una farmacia a su disposición.
Durante el tiempo que Eve está sedada, House revela involuntariamente su necesidad de los demás, cuando pide consejo a todos suscolegas. En una sorprendente inversión de las funciones, House acude primero a Wilson, después a Cameron, a Foreman y a Chase para preguntar a cada uno qué debe decirle a Eve. Lo que resulta divertido es que todos le dicen cosas diferentes. Y ya para provocarnos la risa, Chase incluso le aconseja "mantenerla dormida". Por fortuna, House deja que Eve despierte y la conversación que tienen a continuación se revela productiva para ambos.
Como su nombre lo sugiere, Eve es la primera mujer en la serie que hace a House bajar la guardia; si bien éste opone resistencia, con el tiempo se abre ante ella y le cuenta su historia. Lo que lo impulsa a hacerlo es, en parte, un diálogo que sostienen acerca de la gente.
Cuando House le pide no depender de él, preguntándole: "¿Vas a basar toda tu vida en el tipo con el que estás encerrada en una habitación?", Eve, haciendo eco de las líneas de Inés: "Tú eres tu vida, nada más", responde: "Eso es la vida, una serie de habitaciones y la gente con quien te quedas encerrado en ellas son quienes la determinan".
A continuación, la penúltima escena del episodio muestra a House y a Eva no en una habitación, sino en el exterior, sentados juntos en el parque al fin compenetrándose, uno con el otro. El sonido baja y ya no podemos escuchar lo que están diciendo. Esto implica que no es importante lo que puedan estar diciendo, sino el hecho de que están interactuando, de que hay reciprocidad. La tensión que había sido evidente entre ellos ya no existe. Como la risa que se escucha al bajar el telón en A puerta cerrada, la impresión final es positiva.En última instancia, Doctor House ilustra la naturaleza antagónica de las relaciones sociales, fundamentalmente por medio de su misántropo protagonista, el doctor Gregory House. Ilustra la dependencia que tenemos respecto de los otros mediante la medicina. El que los pacientes de House dependan de él completamente para poder ser, es una característica del programa. De este modo, igual que El ser y la nada y A puerta cerrada de Sartre, Doctor House recalca el mensaje de que los seres humanos necesitan de los otros, no sólo en el evidente sentido físico, sino también en el sentido psicológico, de formas más sutiles, mas no por ello no menos importantes. Mientras que los demás generan ansiedad, también definen quiénes somos. Desde la infancia hasta la muerte, nuestras relaciones con los demás forman nuestra personalidad y ayudan a determinar el verdadero potencial que tenemos como individuos. Aún cuando los demás pueden hacernos rabiar, aprovecharse de nosotros e incluso ponernos en peligro, son también esenciales para nuestro ser. Nos ayudan a vernos tal cual somos y ese es un esfuerzo que, aunque a veces atroz, de hecho aumenta nuestra libertad al hacernos más conscientes. Sirviéndose de una metáfora médica, Sartre afirma que el mundo está "infectado" por los otros. De modo parecido, Doctor House describe la presencia de los demás como una enfermedad ontológica y también como una necesidad.

DR. HOUSE: TEMPORADA 3, CAPÍTULO 12: "UN DÍA, UNA HABITACIÓN" (41 min. 41 seg.). ENLACES PARA VER EL CAPÍTULO:


El capítulo está mal asignado. Tienen que ir al listado de la Temporada 3 (que está abajo del video) y buscar en House 3x13: "Una aguja en un pajar" (Needle In a Haystack) ese video es en realidad "Un día, una habitación".



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1 comentario:

Lupa Sívori dijo...

Hola!! Excelente nota. Esta obra teatral de Sartre es mágica y brinda mucho espacio para la reflexión, me gustó mucho.

Justamente también la recomendé en una nota en mi blog, donde también un análisis informal sobre algunos elementos, y sobre la visión de "el infierno según sartre".

Creo que Sartre encontré la definición perfecto del infierno con su metáfora de "la mirada de los otros", aquella que desnuda.

Te invito a leer mi nota y comentarla!!

http://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2013/05/a-puerta-cerrada-obra-dramatica-1944.html


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Luciano